Cierra tus ojos, ahora imaginate esto: te levantas al chirrido de los pajaritos afuera, la temperatura está a 93°F y te sientes todo sudado y pegajoso, prender el aire acondicionado así de temprano saldría demasiado caro así que decides ir a bañarte. ¡Pero espera! Estamos en medio del verano, una época llena de sequías intensas y no te puedes dar un chapuzón rápido en la piscina comunitaria ya que estamos en medio de la peor emergencia de salud pública del siglo XXI.
¿Y si esto no fuera solo una historia de ficción, sino más bien tu diario vivir? Este verano, los puertorriqueños no solo tuvieron que preocuparse del rápido aumento de los casos de COVID-19, sino también de una sequía que afectó a más de la mitad de la isla. Algunos se vieron obligados a pasar días sin ducharse por miedo a quedarse sin agua. Otros tuvieron que conformarse con beber agua contaminada y arriesgar su salud a fin de mantenerse hidratado. Sin embargo, todos simplemente aceptaron esto. “Es solo un verano típico aquí en Puerto Rico”, dijeron. “Probablemente empeore el año que viene, así que prepárate.” Pero no, esto no debería ser algo que simplemente aceptemos. Esto no es normal. No está bien que tengamos que pasar días sin ducharnos y tampoco deberíamos tener que preocuparnos por la cantidad de agua que podemos beber para tener suficiente para el día siguiente.
Cada año, el cambio climático significativamente empeora el impacto que estas sequías tienen en todo el mundo. Las temperaturas cálidas aumentan la posibilidad de evaporación del suelo, lo que hace que estos meses con tasas de precipitación bajas sean aún más secos de lo que deberían ser. Las sequías no solo nos causan molestias al diario vivir, sino que también impactan negativamente la agricultura y el transporte de agua, lo que a su vez afecta directamente nuestra economía. Como sociedad, debemos aceptar nuestro impacto negativo al cambio climático. Hay tantos recursos en línea que podemos utilizar para educarnos y tantas soluciones simples para reducir nuestra huella de carbono. Es importante que hablemos sobre estos problemas que afectan a nuestra comunidad y al planeta en el que vivimos. Los problemas ambientales como las sequías, no deben ser considerados algo ‘normal'.
Por Andrea Ávila, YCAC LATAM
Traducido por María Pierce
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