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Choque entre los Pueblos Indígenas y el
Estado brasileño

El Proyecto de Ley 490 y su impacto en el sustento de la comunidad Indígena
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Escrito por Isabela Lima 

Foto por Rafael Vilela en Mídia Ninja para Universidade À Esquerda

Traducción de mensaje en la imagen: "PL 490 es muerte" 

En Brasil se enseña comúnmente que, en el año 1500, los portugueses descubrieron el País y lo desarrollaron durante sus años de colonización. Sin embargo, la idea de "descubrimiento" queda refutada en el momento en que se reconoce que aproximadamente 3 millones de Indígenas habitaban el territorio entero desde antes de la llegada de los europeos.

Hoy, luego de siglos de invisibilización y desplazamiento cultural, la población se ha reducido a 900 mil, y con hechos de actualidad como la votación del Proyecto de Ley 490/2007 (PL 490) y las invasiones de tierras Indígenas, se ha hecho evidente que la realidad de colonización no es cosa del pasado.

    

¿Qué es el PL 490/2007?

El PL 490, que circulaba en el Congreso Nacional desde 2007, finalmente fue aprobado para seguir con su agenda. El tan esperado proyecto de ley ha sido apoyado por grupos ruralistas y evangélicos, así como por el mismo gobierno (Ministerio de Medio Ambiente) del País.

En resumen, el PL 490 tiene como objetivo hacer inviable la demarcación de tierras indígenas, ya que su principal enmienda establece que las nuevas demarcaciones de territorios se realizarán sobre la base de un “marco temporal”.

Esto significa que, para que los Pueblos Indígenas tengan su territorio legalmente asegurado, tendrían que demostrar que estaban en posesión de la tierra en 1988, día en que se promulgó la Constitución brasileña. Este proyecto de ley es un intento contra la supresión de los derechos territoriales de los Indígenas.

Sin embargo, el PL 490 también establece que las Comunidades Indígenas que han optado por aislarse deben ser respetadas. No obstante, si lo considera necesario o es de interés público, el Estado puede desafiar esta ordenanza. Es decir, el proyecto de ley abre un espacio para la flexibilidad de la demarcación y facilita el uso de estos territorios para actividades nocivas como la minería, agroindustria y extracción de madera.

 

Marco temporal

Ciertamente, en la creación o ausencia de un "marco temporal" se considera el aspecto más controvertido del proyecto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Traducción de mensaje en la imagen: 

“El Pueblo Karajá dice no al PL 490 y no al marco temporal, nuestra historia no comienza en 1988”

Foto de Thiago Miotto para la Asociación de Profesores de la Universidad Federal de Ouro Preto (UFOP)

Los Pueblos Indígenas de Brasil creen que, además de la historia de persecución y desplazamiento que tienen y continúan enfrentando, el marco conducirá a la completa expulsión de sus tierras e incluso al exterminio. De igual forma, el proyecto de ley además le dificultará aún más a los grupos no aislados (pueblos aislados) el mantenimiento de sus tierras que ya están constantemente amenazadas por la deforestación, agroindustria, etc.

 

“Esta tesis perversa (PL 490) desconoce la historia de violencia a la que fueron sometidas las poblaciones indígenas antes de 1988, así como las amenazas y asesinatos que resultaron en la expulsión de comunidades de sus tierras”, denunció el secretario ejecutivo del Consejo Indígena Misionero (CIMI, por sus siglas en poetugués), Antônio Eduardo Oliveira.

La oposición también destaca la lucha de los pueblos aislados para demostrar que estaban en su territorio, ya que están en constante movimiento, huyendo hacia áreas mejor conservadas de la Selva Amazónica. Además, también es imposible que estos grupos tengan documentos oficiales que datan al 1988 para demostrar su autenticidad.

             

Los pros y los contras

La oposición al PL 490 también surge de la preocupación por el medio ambiente brasileño, ya que hay investigaciones científicas que demuestran que la gestión de la tierra indígena favorece el equilibrio ecológico. De igual forma, afirman que el proyecto de ley va en contra de la constitución brasileña que, en el Artículo 231, garantiza a los Pueblos Indígenas el mantenimiento de sus costumbres y tradiciones.

Asimismo, el proyecto también ha sido acusado de violar la Carta Constitucional y el procedimiento general de pueblos aislados por la potencial agenda de expansión de los proyectos.

Según la abogada del Instituto Socioambiental, Paula Batista, el contacto externo con estos grupos no solo resultaría en un choque cultural sino que también podría provocar epidemias, precisamente por la falta de contacto de los Pueblos Indígenas con "el mundo exterior", lo que, a su vez, hace que los miembros tengan un sistema inmunológico comprometido.

Por otro lado, apoyado por el actual gobierno brasileño, el sector rural sostiene que la demarcación territorial obstaculiza el desarrollo económico del país, argumentando que industrias como la de agricultura y la minería se ven limitadas por la supuesta concentración excesiva de tierras indígenas.

De hecho, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y uno de los mayores partidarios de la agenda del PL 490, afirmó que en el País “hay demasiada tierra para unos pocos nativos”.

 

Así, la Comisión Brasileña de Agricultura, Ganadería, Abastecimiento y Desarrollo Rural afirmó que, si no se aprueba el proyecto de ley, “todas las tierras brasileñas volverán a los nativos” argumentando que las tierras fueron originalmente de posesión indígena.

 

En este sentido, el proyecto de ley abre varias lagunas respecto a los derechos territoriales de los nativos. Por lo que será más fácil limitar (o sea, arrebatar) territorios indígenas aislados, algo que favorece a los grupos evangélicos, ya que siempre están buscando formas más fáciles de acceder a ellos como una forma de evangelizar a los nativos. Esta es una situación a menudo es comparada con las Misiones Jesuíticas llevadas a cabo durante el período colonial, ya que tenían el mismo objetivo de evangelización.

 

La respuesta de los Pueblos Indígenas

En respuesta, el proyecto "Levante Pela Terra" (Levantamiento por la Tierra), creado por la Articulación de los Pueblos Indígenas Brasileños (APIB, por sus siglas en portugués), organizó un campamento contra el PL 490 que ha logrado reunir a más de 800 personas de 45 Pueblos Indígenas diferentes. Además, han estallado numerosas protestas en todo Brasil y llevadas a cabo por comunidades indígenas, como el Pueblo Guaraní.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Foto de Mídia Ninja para Brasil de Fato 

Asimismo, se llevaron a cabo una serie de protestas pacíficas en el Congreso Nacional; sin embargo, los manifestantes Indígenas fueron recibidos por la fuerza policial, dejando a varios heridos, de acuerdo con APIB.

Pese a la presión, el PL 490 fue aprobado por el Congreso Nacional y actualmente se encuentra en el Pleno de la Cámara - el máximo órgano de decisión del Poder Legislativo en Brasil - y será votado en agosto. De ser aprobada por la Cámara, pasará al Senado y luego pasará a la última fase de aprobación, hecha por el Presidente de la República, para poder lograr vigencia.

La posibilidad de la aprobación del Proyecto de Ley 490 no solo representa la realidad de la colonización moderna, sino también lo lejos que está la sociedad de pagar la deuda que tiene con los Pueblos Indígenas. Los derechos de los Pueblos Indígenas no siempre están protegidos, haciéndolos luchar continuamente por lo que debería ser legítimamente suyo. Siempre es importante reconocer que la población Indígenas es indispensable para la sociedad, ya que no solo brinda aportes culturales, sociales y ambientales insustituibles, sino porque también son humanos y merecedores de dignidad.

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