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Una empresa que innova para combatir el desperdicio de alimentos

Nilus es la primera organización que utiliza tecnología sostenible como esfuerzo para erradicar la inseguridad alimentaria en América Latina
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Escrito por Gabriela Vieira 

Traducido por Karina Torres 

Como respuesta al desperdicio global de alimentos y sus efectos socioambientales, la empresa latinoamericana Nilus actúa como una entidad comunitaria que tiene como objetivo erradicar la inseguridad alimentaria y la desnutrición mediante la aplicación de tecnología para combatir el desperdicio mundial de alimentos.

La compañía nació de la preocupación por las comunidades vulnerables que experimentan inseguridad alimentaria y hambre, así como por la preocupación por la condición ambiental actual del planeta, según el cofundador y director ejecutivo, Ady Beitler.

La Gerente de País, Alondra Antongiorgi, indicó que Nilus ofrece servicios a México, Argentina y Puerto Rico, y explicó que trabajan a través de una aplicación ofreciendo a un bajo costo productos, como frutas y verduras y alimentos enlatados, que de otra manera se desperdiciaran.

El problema

Se estima que se desperdiciaron 931 millones de toneladas de alimentos a nivel mundial en 2019, lo que implica que aproximadamente el 17% de la producción total de alimentos del mundo se había desperdiciado, según reportado en el Informe del Índice de Desperdicio de Alimentos 2021 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés).

Los alimentos que actualmente se pierden o desperdician en América Latina podrían alimentar a 1,200 millones de personas, según la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).

De la misma manera, según el informe del UNEP, se estima que entre el ocho y el 10 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero están asociadas con alimentos que no se consumen.

“El desperdicio de alimentos se acumula en los vertederos y libera toneladas de metano (gas de efecto invernadero), que es peor que el dióxido de carbono. Eso es algo en lo que Nilus está trabajando”, explicó Antongiorgi.

La Gerente de País también indicó que, a medida que el planeta continúa enfrentando varias amenazas, como el cambio climático, el calentamiento global debido a las emisiones de los desechos de alimentos empeoran aún más la seguridad alimentaria a través del agotamiento de los rendimientos de los cultivos.

“La agricultura y los cultivos se van a ver afectados, la producción de alimentos disminuirá como consecuencia de la crisis que atraviesa el planeta, y el desperdicio de alimentos lo agrava”, expresó Antongiorgi.

Además, el CEO indicó que uno de los mayores desafíos en la erradicación del desperdicio de alimentos es que no existen incentivos para reciclar alimentos o para que las personas recolectan residuos y los lleven, por ejemplo, a comedores comunitarios o campañas de donativos de alimentos.

 

Cómo lo hacen y su impacto

El proceso de recolección y rescate de productos para la aplicación de la compañía implica acercarse a productores y distribuidores locales, donde los alimentos que de otra manera se desperdiciaran se evalúan según su valor nutricional, explicó la Gerente de País.

"Nosotros (Nilus) evaluamos si debemos tomarla (la comida) o no, comprobando por qué la están dando, cuándo exactamente perecerá y formas de conservarla", indicó Antongiorgi. “Si ellos (los productores y distribuidores) nos donan, nosotros también donamos. Si nos venden, nosotros también vendemos”, agregó, en cuanto al aspecto económico y de negociación de Nilus.

Según el gerente de país, como la empresa trabaja deliberadamente con productores y distribuidores locales y rescata residuos de alimentos para reducir su huella de carbono, Nilus mide su contribución de emisiones y expone el impacto de las emisiones de carbono reducidas de cada producto cada vez que un cliente realiza una orden a través de su aplicación.

Antongiorgi indicó que la empresa también busca ser accesible yendo a las comunidades y entregando cajas de alimentos nutritivos a familias y, al mismo tiempo, buscar optimizar el valor nutricional de sus productos mediante la inclusión de folletos con recetas personalizadas.

 

Sin embargo, la compañía, que ha colaborado con entidades como la Fundación Clinton, World Center Kitchen, la Universidad de Harvard y Marriott International, siempre está trabajando en nuevas estrategias para adaptarse y progresar. Un ejemplo de esto ha sido la pandemia de COVID-19, según la Gerente de País.

“Uno de los desafíos que enfrentamos (Nilus), y seguimos enfrentando, fue la interacción con productores y distribuidores durante el proceso de entrega de las cajas de alimentos, porque el contacto entre las personas era limitado por razones de seguridad”, expresó Antongiorgi.

Sin embargo, la Gerente del País enfatizó que el verdadero desafío que enfrenta Nilus es la falta de educación y conciencia sobre el desperdicio de alimentos y sus efectos en la sociedad y el medio ambiente.

No obstante, de acuerdo con la declaración de confianza de la empresa, Nilus ha logrado realizar 1,500 viajes a comunidades, proveer para 1,800 comedores comunitarios, proveer a 130,000 beneficiarios, y ha esquivado 2,250 toneladas de emisiones de dióxido de carbono, garantizando la trazabilidad y cumpliendo con siete Objetivos de Desarrollo Sostenibles (SDGs, por sus siglas en inglés).

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