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Existen seis diferentes gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera de la Tierra. Estos son: dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos y hexafluoruro de azufre. 

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De estos seis gases naturales, tres de ellos son gases antropogénicos (atribuidos a actividades humanas) que contribuyen notablemente al calentamiento global.

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Según un estudio realizado por Grossi, Goglio, Vitali y Williams, la ganadería industrial se encuentra entre los principales contribuyentes de gases de efecto invernadero antropogénicos: la industria representa aproximadamente el 14.5 por ciento de las emisiones globales.

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Sin embargo, esta cifra ha aumentado en los últimos años ya que la sociedad actual sigue consumiendo productos ganaderos. 

 

El problema que nos ocupa

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Las actividades humanas modernas, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación, la agricultura intensiva y la agricultura, entre otras, han representado un aumento significativo de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. 

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Después del dióxido de carbono, le siguen el metano y el óxido nitroso como segundo y tercer gases antropogénicos más abundantes. El metano representa el 20% de las emisiones globales y el óxido nitroso un 6.5%.

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Las mayores cantidades de estos dos gases se atribuyen principalmente a la ganadería industrial. 

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Según Grossi, Goglio, Vitali y Williams, “El metano, producido principalmente por fermentación entérica y almacenamiento de estiércol, es un gas que tiene un efecto sobre el calentamiento global 28 veces mayor que el dióxido de carbono. El óxido nitroso, que surge del almacenamiento de estiércol y el uso de fertilizantes orgánicos/inorgánicos, es una molécula con un potencial de calentamiento global 265 veces mayor que el dióxido de carbono”.

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La cantidad de metano y óxido nitroso emitidos por el ganado depende de varios factores:

 

El número de animales: 

Cada año se crían alrededor de 70 mil millones de animales para la alimentación. Evidentemente, este tipo de cifra explica grandes cantidades de emisiones de metano y óxido nitroso de parte de los animales de ganado anualmente.

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Su sistema digestivo:

El ganado rumiante -- como vacas y toros, ovejas, búfalos, cabras, ciervos y camellos-- se somete a un proceso digestivo natural llamado ‘fermentación entérica’, que consiste en microbios en el tracto digestivo (o rumen) que descomponen y fermentan los alimentos, produciendo metano. Este metano es luego liberado a la atmósfera por los eructos del animal.

 

El tipo de alimento:

La dieta del ganado generalmente consiste en heno, paja, ensilaje, granos y legumbres. Sin embargo, la composición de estos nutrientes permite la formación de metano debido a una enzima específica en su intestino durante la digestión.

 

"Estiércol": 

El estiércol actúa como fuente de emisión tanto de metano como de óxido nitroso. La cantidad de metano emitido por ganado está relacionada con las condiciones ambientales, el tipo de manejo y la composición del estiércol.

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La combinación de estos factores permite que se liberen cantidades significativas de metano y óxido nitroso a la atmósfera y, en consecuencia, contribuyen en gran medida al calentamiento global y al cambio climático.

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Los efectos 

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Todo gira en torno al efecto invernadero: este proceso es responsable de mantener la Tierra caliente y mantener una temperatura equilibrada, que promedia entre 15 grados centígrados (59 grados fahrenheit). La forma en que funciona este proceso es manteniendo los gases naturales en la atmósfera y permitiéndoles atrapar el calor del sol que, de otro modo, se escaparía al espacio.

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Dicho esto, cuanto más gases de efecto invernadero produce la sociedad a través de las diferentes actividades humanas nocivas para el medio ambiente, más calor atrapan estos gases y, por lo tanto, más aumenta la temperatura global y se producen otros cambios climáticos.

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La industria ganadera industrial se suma constantemente al rápido aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera actual con la cría de millones de animales y prácticas insostenibles.

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Los productos químicos emitidos principalmente por las granjas ganaderas no solo afectan el medio ambiente actual, sino que también ponen en peligro el futuro del planeta, ya que gases como el metano y el óxido nitroso duran hasta una década en la atmósfera, lo que permite que persistan sus efectos nocivos.